jueves, junio 09, 2011

Shrek:una heroina de nuestro tiempo

Resulta que ayer murio Shrek. No el ogro de dibujos animados sino una oveja merina neozelandesa que tras permanecer seis años extravidada, y por tanto sin ser trasquilada, acabo con este aspecto:


    En  Nueva Zelanda Shrek era toda una celebridad. Su esquilado se retransmitio en directo y se convirtio en un personaje de varios libros para niños.
     Shrek es un buen ejemplo de algo cotidiano convertido en extraordinario. Seguramente en Australia y Nueva Zelanda hay miles de ovejas extraviadas todos los años. Lo que hace a Shrek especial es que era particularmente lista y como utilizaba las cuevas de la Isla Sur de Nueva Zelanda para evitar su captura. Se convirtio en un mito.
    Y eso hace de ella un material ideal para modulos de "fantasia democratica". Para los que no conozcais el termino es una etiqueta que empezo a aplicarse hacia los noventa a determinadas obras literarias en las que se aumenta la presencia del pueblo llano frente a la de princesas, magos y caballeros. Aunque algunos dirian que esto ya se ve en la obra del mismisimo Tolkien, es mas patente en obras como la Saga de Terramar o Cancion de Hielo y Fuego.
     Asi la captura de una oveja extraviada a la que nadie ha conseguido cazar y que se ha convertido en una leyenda en una aldea, pueblo o region, parece ser un reto a la altura de un grupo de personajes jovenes e inexpertos, ya como una aventura iniciatica y relativamente inofensiva, ya como una retrospectiva, una mirada atras de un grupo de veteranos.
    Claro que siempre puede darse un paso mas y darle un par de vueltas de tuerca al concepto: la oveja puede no ser un ungulado normal y corriente sino un vellocino de oro, una princesa encantada o puede que un vellocino no esquilado en cinco años quizas tenga propiedades especiales como poderse encantar y servir de armadura...
-Oye, mago, porque nunca te quitas ese jersey tan mal tejido.
-Porque, porque.... me lo tejio mi madre que en paz descanse... metete en tus asuntos...

1 comentario:

Rodrigo Garcia Carmona dijo...

La madre del Cordero.

Y nunca mejor dicho.