jueves, mayo 30, 2013

El barbaro y la civilización

El bárbaro es uno de los arquetipos básicos de personaje en los juegos de rol de fantasía, que a día de hoy, siguen siendo los que cuentan con mas seguidores.
Dicho esto la visión, y por tanto la interpretación por parte de los jugadores, de este tipo de personaje, esta enormemente influenciado por una personalidad de ficción en concreto:
El cimmerio favorito de todo el mundo.
Yo mismo soy un gran fan del hijo de herrero, pero sin embargo, me temo que ha tenido demasiada influencia en varias generaciones de jugadores. Howard tomo el estereotipo del bárbaro y lo enfrento a la civilización, de la que solo resaltaba sus rasgos mas decadentes y corruptos. Este punto de vista es el que muchos jugadores y masters adoptan a la hora de interpretar a los bárbaros, y lo cierto es que se aparta bastante del bárbaro histórico, que en muchos aspectos, en su relación con la civilización, sobre todo en sus primeros contactos, se parecería más bien a esto otro:


Dejadme que os aclare mi punto de vista mediante un ejempo que aparece en la obra del genial Jack Vance, ahora que acaba de dejarnos. El incidiente aparece en un relato que pertenece a la serie dedicada al detective y aventurero espacial Magnus Ridolph, y transcurre en una estación espacial, donde convergen humanos y alienigenas de muy distintas culturas. Durante la cena en la estación, Magnus se fija en un antropologo acompañado por un grupo de salvajes, y determina que son autenticos salvajes, ya que parecen cohibidos y tímidos, observando a los demás para saber como comportarse en la mesa. Si hubieran sido hombres civilizados, piensa Magnus, se habrían dedicado a romper platos y arrojar comida, ya que esto es lo que los hombres civilizados piensan que haría un salvaje.

Algo de esto hay en la visión howardiana del barbaro. Es una versión exagerada de ciertos comportamientos que se asociaban con los bárbaros, especialmente las tribus germánicas que acabaron con el Imperio Romano de Occidente, pero que tanto las fuentes históricas como las evidencias arqueológicas desmienten.

No es que los bárbaros no cometieran saqueos y pillajes, pero en realidad, en eso no había difrencia alguna con el comportamiento de las ejercitos de los generales romanos que habian luchado por el trono imperial durante siglos. Sila, Mario o Septimio Severo mataron a muchos mas ciudadanos cuando tomaron Roma que Alarico el Visigodo.

Cuando los bárbaros tienen su primera experiencia con la civilización, seguramente siente lo mismo cualquiera de nosotros (o al menos la inmensa mayoría), cuando nos encontramos ante un lugar o una situación nueva y extraña, sin puntos de referencia y sin saber como comportarnos. Seguro que todos hemos pasado por situaciones así, al llegar a un nuevo país, un nuevo colegio o un nuevo trabajo. Y sin duda eso que sentimos era solo una fracción de lo que podían sentir aquellos hombres que pasaban del mundo de las cabañas de madera y las calles de barro al de los acueductos y casas de piedra de seis pisos.

Creo que es un punto de vista a tener en cuenta y que merece la pena explorar a la hora de interpretar a uno de estos personajes, al menos si hablamos de barbaros jovencitos, que están teniendo sus primeros encuentros con este mundo nuevo y extraño. No se trata de que actúen como imbeciles, sino de aprovechar el hecho que cosas que un romano, por seguir con el ejemplo, da por sentado, son nuevas de ellos. Puede haber oído hablar de algunas de las costumbres y tecnologias de la civilización, pero incluso aunque los relatos que han llegado a ellos sean fidedignos, nada puede igualar a experimentarlos directamente. La primera visita a una casa de baños, la primera vez que vean una estatua de un dios o un héroe, el primer jardín... Averiguar que son esas cosas, aprender a disfrutar de ellas, aceptarlas y acabar echándolas de menos.

Tambien, como no, cometer errores de bulto, quedar en ridiculo, luchar por aprender un nuevo idioma y unas nuevas costumbres y enfrentarse a los prejuicios y la hostilidad..

En su revisión en el mundo del comic de Conan el Barbaro, los dibujantes y escritores de Dark Horse han sabido distanciarse de la version de Marvel en muchos aspectos, y la relación de Conan con la civilización es uno de ellos. Han buceado en los motivos que convirtieron al joven soñador atraído por las ciudades y sus misterios en el cínico vagabundo y les ha servido para crear nuevas historias y dotar al personaje de mas facetas. Podríamos hacer lo mismo en nuestras mesas de juego.

3 comentarios:

Cronista dijo...

Conan es tan icónico que ha sentado escuala, como bien dices. A pesar de lo mucho que disfruto con los relatos de Howard, para un ejemplo de aproximación más realista al shock cultural que supone el tipo de situación que describes, propongo a Logen Nuevededos, uno de los protagonistas de La Primera Ley, una trilogía muy recomendable del autor inglés Joe Abercrombie.

Logen intenta comportarse de la forma más educada y amistosa posible, no sólo por el desconocimiento, sino también, algo que Howard también llegó a mencionar, porque en las culturas más, digamos "bárbaras" las normas de cortesía son más respetadas, debido a la violencia con la que se puede responder a un insulto.

Pero jugar con un PJ en plan Conan sigue siendo muy divertido.

Ramón Domingo dijo...

Tomo nota de las novelas. Pero a lo mejor nuestro Conan alternativo a lo mejor quiere/puede tratar con alguien mas que con chulos,rateros y prostitutas :-). Mira tu, otro detalle que no habia comentado.

Gilen dijo...

Otro bárbaro famoso es el bárbaro de Nehwon Fafhrd.

Conan despreciaba bastante al hombre civilizado (más Conan que Howard creo que le comenta a su novia o casi novia que es mejor vivir en la civilización). Conan admira las obras del hombre civilizado, pero aborrece cierta domesticación del mismo, la corrupción (como si los bárbaros no pudieran serlo) y la dependencia.

Fafhrd sin embargo es un amante de la civilización, está cautivado por ella e incluso admire aspectos que no debería admirar, que son bastante reprobables.