viernes, marzo 04, 2016

Dias Felices en Lawrence (Deadlands IV)

Lawrence, Kansas. La ciudad fundada por los abolicionistas en las praderas del oeste, donde John
John Brown
Brown es El Martir John Brown.

Aquí dejamos a nuestros pobres comepatatas la ultima sesión. Declan lleva ya unos años en América, pero sus hermanos aún tienen que hacerse a la forma de ser americana.

Asi, cuando cruzan las puertas de la estación, les choca mucho ver una larga mesa llena de viandas pero ninguna silla. Los paisanos, con toda naturalidad, cogen platos de una pila al extremo de  la mesa, se sirven en ellos de las fuentes y cazuelas y comen de pie mientras hablan con los demás invitados.

El menú disponible tambien les choca: costillar de búfalo, hamburguesas de búfalo, albóndigas de búfalo en salsa. Como guarnición hay mazorcas de maíz asadas y ¡¡Gracias a Dios!!, unas familiares patatas asadas.

Una vez se hacen a la situacion comienzan a socializar y conocer a varios de los invitados. El primero a destacar es el alcalde, Zebulon "llamame Zeb" Douglas, un veterano jayhawker, orgulloso veterano del regimiento de los Botas Rojas.  Después conocen a Mrs Devlin, de la que ya hablamos en otra entrada, propietaria de la compañía ferroviaria Kansas Pacific, y a su ingeniera jefe, que es una dama inglesa llamada Eleanora Applewood.  Aunque al principio a los O'Flaherty no les hace mucha gracia eso de confraternizar con el eterno enemigo, pero pronto Peter reconoce en ella una alma gemela, con la misma pasión que el por maquinas y procesos químicos.

De hecho la pareja de empollones se escabulle de la recepción en cuanto puede para ir al taller de Miss Applewood y comparar motores y ciclos de enfriamiento combinado.  Sin embargo un desliz de Peter arruina la magia del momento, cuando ofrece un trago de su whisky a Miss Applewood, que responde con un enarcamiento de cejas y un escandalizado: "¡¡Mr O'Flaherty!!".

Mientras, Declan le da a la humeda con los picatostes nativos, y Liam se aburre como una seta en domingo, Rosin (antes Siobham) Fitzgerald disfruta de las atenciones de un guapo mozo irlandés, llamado Kevin "Corkie" Corcoran (de este tambien hablamos ya).

Corkie parece estar bastante bien informado. Conoce detalles de la vida de Declan, como que no sirvió en el ejercito de la Unión durante la guerra y que sus simpatías políticas tiran más hacia el partido demócrata. Parece saber manejarse, más acostumbrado a conseguir respuestas que a darlas, pero mientras bailan un waltz, Rosin consigue sonsacarle algo sobre su pasado. Fue soldado de la Unión durante la guerra y luego policía en Nueva York, hasta que se  "harto", y se vino al oeste para olvidar los malos recuerdos que dejo en esa ciudad, donde perdió una esposa y una hija.



Lawrence es un lugar temeroso de Dios, y a las 7 de la tarde concluye la velada, en la que no se ha servido ni una gota de alcohol. Así que los aventureros, guiados por Corkie se dirigen al Infierno sobre Ruedas, el campamento móvil del ferrocarril para disfrutar de entretenimientos menos edificantes, como de la compañía de damas de escasa reputación, practicar juegos de azar y echar unos tragos de whisky.

Al día siguiente, mientras desayunan en su casa de huespedes, los O' Flaherty  empiezan a discutir su futuro. Mrs Devlin ha ofrecido a Declan trabajo como supervisor de expropiaciones en el ferrocarril, un trabajo donde viene muy bien sus conocimientos legales, pero tambien hay que saber estar dispuesto a recurrir a las armas. Tras discutirlo entre ellos los O'Flaherty deciden quedarse una temporada en Kansas, a ver que tal les van las cosas.

Eleanora Applewood
Cuando están brindando por su futuro, la alarma cunde en la ciudad. Unos indios han secuestrado a varios niños negros en la escuela de Colourville, el poblado donde viven los libertos de Mrs Devlin. Su maestra, la Sta Applewood, ha salido en su persecución sin querer esperar a nadie.

Rápidamente se montan grupos de ciudadanos para ir a recuperar a los niños, y los O' Flaherty se unen a ellos sin dudarlo. Declan queda al cargo de uno de los grupos, donde están el resto de sus parientes y un par de veteranos botas rojas, Frank y Jim Roberts.

El aspecto de los botas rojas es realmente curioso, con sus polainas de vivo color encarnado, y las espadas cortas de artillería que ciñen a la cintura "las mismas que uso el Martir John Brown en Pottawatomie", dicen. A Liam le caen bien estos tipos, que tiene intención de usar sus espadas con los secuestradores "por que no se merecen una bala".

Liam es el rastreador de la familia, pero las praderas americanas no son terreno familiar para él, más acostumbrado a las ciénagas irlandesas, y se pierde un par de veces. Sin embargo consigue un par de éxitos. El primero es darse cuenta de que los caballos de los secuestradores están herrados. Más tarde consigue encontrar a la señorita Applewood, desfallecida tras una roca. Esta inconsciente e incapacitada, y tiene un agujero de bala en el abdomen, pero sobrevivira.




Sin embargo, al final pierden el rastro en un campo de hierba verde y lustrosa, donde Liam no logra hallar rastro alguno, y deciden volver hacia Lawrence. Justo cuando están a punto de llegar a la ciudad, ven una columna de humo negro alzándose desde el lugar donde se hallan los talleres y almacenes de la Kansas Pacific.

Al parecer todo el asunto del secuestro ha sido una maniobra de distracción. Mientras gran parte de los hombres de la ciudad, incluyendo muchos guardias del ferrocarril, estaban a la caza de esos miserables, un grupo de hombres ha aprovechado para atacar los almacenes de la Kansas Pacific, utilizando explosivos y algún tipo de combustible capaz de fundir el metal.

Ni cortos ni perezosos nuestros héroes deciden dejar al cuidado del doctor a Ms Applewood y salir en persecución de los atacantes. Esta vez Liam encuentra el rastro con rapidez y consiguen alcanzar a un grupo de jinetes y un carro. Se desencadena un tiroteo a caballo en el que abaten a los jinetes enemigos y parten en pos del carro.

La persecución resulta accidentada, en el carro va un individuo que habla en extranjero y que lleva una especie de manguera que escupe fuego y por poco abrasa a Declan. Luego, durante un instante, pasan dos cosas. Peter reconoce al hombre de la manguera como Herr Doktor Otro Von Stenberg, ex-catedrático de Termodinámica en la Universidad de Könisberg, expulsado de dicha institución por sus teorías y experimentos sobre el flogisteno. La comunidad científica esta dividida sobre su trabajo; algunos piensan que es un genio, la mayoría que es un chiflado.

La segunda cosa que ocurre es que Rosin consigue impactar con su revolver en el deposito que el doctor lleva en su espalda, haciéndole saltar por los aires a él, el carro y los caballos que tiran del mismo.

Todo indica que se acaba de librar la primera batalla de la guerra de los ferrocarriles.



Unas notas históricas:

  • En esta época, aunque os sorprenda, el partido Republicano es la "izquierda", defendiendo la abolición de la esclavitud y al pequeño negocio. Lincoln se carteaba con Karl Marx.
  • Los jayhawkers y sus rivales bushwahckers libraron un cruento "previo" de la Guerra Civil en la frontera entre Kansas y Missouri para decidir si el primer territorio se convertía en un estado que permitiera o prohibiera la esclavitud. 
  • Hacia 1865 el estado de Kansas debía ser uno de los lugares más progresistas de la tierra. En 1867 llego a llevar a referendum dar el sufragio a los negros y las mujeres.
  • El tema de las espadas tambien me choco a mi, sobre todo el tema de que fueran propias de la artillería. Una rápida consulta a la comunidad de Savage Worlds me proporciono la respuesta de mano de +Alfredo Amatriain . Eran útiles para despejar el terreno para emplazar las piezas de artillería, y  en la Era Napoleonica alguien pensó que tambien podían ser hermosas y rendir homenaje a los gladius de la antigüedad.