miércoles, julio 06, 2016

Va de bodas... (Deadlands VII)

Un breve comentario para explicar la tardanza desde la ultima entrada de nuestra saga ambientada en el Extraño Oeste. Digamos que va a haber un capitulo perdido, en el que nuestros aventureros hicieron un Backeast, tuvieron que ir a la rutilante Baltimore, para contrarrestar los planes de la Union Pacific de infectar su maquinaria con gremlins, con la ayuda de una bruja alemana de 130 años de edad. La cosa no quedo muy bien por culpa del Master. Ya esta, no preguntéis más.

Cuando vuelven del Este, los PJ encuentran que los trabajos de la vía siguen detenidos. Sin mucho que hacer, Peter decide dedicarse a fondo a hacer realidad el deseo de su corazón: conseguir la mano de Miss Applewood, que esta convencido de que es el amor de su vida.
Eleanora Applewood

Con la ayuda del hermano Declan y la prima Roisin,  Peter se dedica a colmar de atenciones a Eleanora y finalmente consigue que la Científica le de el sí prontamente, ya que la suerte y Cupido parecen estar de su lado (cinco exitos en dos tiradas).

Tras cierta discusión los prometidos deciden fijar la fecha del enlace para el 1 de Mayo. Eleanora decide ponerse en contacto con su familia a Inglaterra, aunque se separaron en términos bastante desagradables cuando les dijo que no pensaba casarse con el petimetre que le habían buscado sino que iba a marchar a America para desarrollar su carrera como Científica de lo Extraño. Recibe noticias buenas y malas. Su padre, Lord Bertrand, ha muerto, pero su madre y su hermano pequeño Benedict se alegran por ella y anuncian su intención de acudir a la boda.

Declan y Peter deciden que no van a enviar ningún aviso a sus parientes de Irlanda por miedo a que "les invadan" y no quieran irse despues del enlace. Igualmente, deciden ignorar por completo a su padre, Seamus, aunque hayan descubierto recientemente que, aparentemente, no murió en Gettysburg.

¿Dejar a mi hijo casarse con una inglesa?
Habréis notado que Liam O' Flaherty no presto su ayuda a su hermano en sus trabajos de amor ganados. De hecho, trato de sabotear la felicidad de la pareja, cual villano shakesperiano, pero su total falta de habilidades sociales le ha impedido influir en el desarrollo de los acontecimientos.

Pero aún no se ha dado por vencido, decide tratar de ponerse en contacto con su padre , y tras conseguirlo, le envía un telegrama informándole del próximo enlace entre su benjamín y una maldita inglesa protestante. ¿Triunfara el amor?. No se pierdan el próximo episodio del serial "Tornado de Pasiones".

Dejando atrás este paréntesis romántico, volvemos al más prosaico tema de construir un ferrocarril del Atlántico al Pacifico. La Kansas Pacific ha perdido el contacto con una pequeña explotación minera, Wild Gulch, hace una semana, los últimos cables hablaban de una epidemia de viruela.

¿Imagináis a quien le toca ir para allá?. Exacto, a nuestros bravos irlandeses. Provistos de trapos y vinagre, nuestros héroes se dirigen hacia el aislado poblado minero, al cual llegan tras dos días de viaje a caballo. Ya desde lejos divisan las chillonas banderas que avisan de la presencia de la Muerte Roja. También en la entrada, parecen haberse excavado dos zanjas enormes. Mientras debaten todos estos hechos, unas manos llenas de pústulas rojas reptan sobre los montículos enfrente de las zanjas, y empiezan a alzarse sobre ellos.

Los caballos empiezan a  inquietarse y a relinchar, mientras decenas de individuos llenos de pústulas encarnadas empiezan a arrastrarse renqueantes hacia los aventureros.  Estos les gritan para que se detengan, pero los infectados no les hacen caso, y siguen adelante. Tampoco los detienen los disparos al aire. Y tampoco los balazos parecen afectarles gran cosa. Finalmente los PJ comienzan a dispararlas descubren la horrible verdad: se trata de muertos vivientes.

Los PJ se alejan del pueblo hasta que los zombies (si, ya podemos llamarles así), se detienen y vuelven  a su lugar de descanso, dejando a los PJ sorprendidos y confundidos. ¿Que ocurre aquí?. Usando los conocimientos arcanos de Roisin y las habilidades de rastreador de Liam, consiguen juntar las piezas.

Entre los rumores y leyendas que recorren el Oeste en los últimos tiempos hay uno que habla de guerreros y chamanes indios muertos por la Muerte Roja, a los que su deseo de venganza ha devuelto al mundo en una suerte de emisarios de la enfermedad. Estos seres buscan extender la viruela entre los blancos, como manera de devolverles el daño causado a los suyos.

Parece ser uno de estos seres el que ha utilizado el cercano pantano para enviar las miasmas de la Muerte Roja contra Wild Gulch. Miasmas de una variedad especialmente peligrosa. Los que mueren por esta variante de la enfermedad no se quedan en sus tumbas, sino que se levantan de estás para llevar la muerte y la enfermedad a otros.

Mientras investigan esto y echan un vistazo al pueblo desierto con un catalejo, un grupo de adolescentes pawnee han decidido que la prueba de su virilidad, la que les convertirá en guerreros, sea robarles los caballos a estos estúpidos hombres (y mujer) blancos.

Para su desgracia los blancos en cuestión tienen muy buena puntería y muy pronto los descabalgan y los mandan caminando hacia su poblado. Los PJ deciden perdonar a los cuatreros en atención a su juventud y al hecho de que esto de robar caballos es para los indios casi un deporte. Tras cierta discusión, deciden seguirlos para llegar al poblado de su tribu, quizá los indios puedan saber más de lo que esta ocurriendo.

Cuando llegan al poblado, los PJ deben permanecer en el exterior del circulo de tiendas junto a las mujeres, los hombres están llevando a cabo una ceremonia dirigidos por el chaman. Los pawnee tocan tambores de piel de búfalo y danzan en torno al fuego para proteger a la tribu de un espíritu malvado, o eso les cuentan las squaws.

Finalmente los tambores paran y los hombres son invitados a reunirse con el jefe y el chaman en su tienda. Habéis leído bien, los hombres, Roisin debe quedarse fuera junto a las demás mujeres. Nuestra heroína hace de tripas corazón y trata de congraciarse todo lo posible con las mujeres pawnee, desempeñándose tan bien, que al final de la noche esta haciendo nudos de tabaco con ellas, una gran muestra de amistad.

Mientras tantos los hombres se reúnen con las "fuerzas vivas", el jefe y el chaman. El chaman o no habla ingles, o se niega a hablarlo, aunque parece comprenderlo. El jefe si habla algo, y conoce a Liam, al que se refiere como Lobo Sediento (no se sabe si de sangre o de whisky). Para sorpresa de sus hermanos, tambien parece que Liam ha hecho grandes esfuerzos para presentarse a los indios no como un vulgar wasikiu más, sino como un guerrero de la Tribu de Erin, aunque los pawnee, o al menos esta tribu, no han quedado muy convencidos.

Los pawnee dicen que al que buscan es el Chaman sin Nombre. Era un chaman de los lakota (sioux), que murió por la Muerte Roja, pero se levanto de su lecho mortal convertido en su servidor, dispuesto a llevar la aflicción de vuelta a los blancos. Los chamanes de los lakota le expulsaron de sus tierras, y marcho hacia el sur, donde algunos pawnee le han prestado ayuda indicándole donde puede encontrar agrupados a los blancos para infectarlos con sus miasmas. El ritual de esta noche tenia como fin purificar a la tribu y protegerla de este individuo y de las represalias por sus acciones que puedan lanzar los espiritus.

Durante la conversación la actitud de los PJ hacia los indios ha variado entre el interés y el enfado, sobre todo debido a varias observaciones mordaces del chaman. El único que parece haberle caído bien de los O'Flaherty es Peter, al que se refiere como Roca de Paciencia, por haber mantenido la calma durante toda la conversación.

¿Lograran nuestros héroes detener al acólito de la Muerte Roja? ¿Detendrá la viruela a la Kansas Pacific?. No se pierdan el próximo episodio de "Irlandeses en el Oeste".